Cuando pensamos en la construcción de edificios o la reforma de estructuras, los andamios son una de las herramientas más importante del proceso. Estas estructuras temporales no solo permiten a los trabajadores acceder a alturas y lugares difíciles, sino que también aseguran que el trabajo se realice de manera eficiente y segura.
Sin embargo, no todos los andamios son iguales; existen varios tipos diseñados para adaptarse a diferentes necesidades y condiciones de trabajo. A continuación, exploraremos los tipos de andamios más comunes en obras y reformas, para ayudarte a comprender cuál podría ser el más adecuado para tu proyecto.
Andamios soportados
Los andamios soportados son los más habituales en las obras y construcciones. Son las estructuras que solemos ver en la mayoría de los edificios en construcción. Estos andamios se montan desde el suelo hacia arriba, y dependiendo de la altura y el peso que deban soportar, pueden requerir un apoyo adicional para garantizar la estabilidad.
Dentro de esta categoría, uno de los más populares es el andamio europeo o los andamios de fachada. Este tipo de andamio es altamente valorado por ser rentable, fácil de montar y desmontar, cómodo para los trabajadores y, sobre todo, seguro. Estas características lo convierten en la opción preferida para una amplia gama de proyectos, desde pequeñas reformas hasta grandes construcciones.
Andamios suspendidos
A diferencia de los andamios soportados, los andamios suspendidos no se montan desde el suelo, sino que se cuelgan en suspensión desde la parte superior de una estructura. Este tipo de andamio es menos común, pero resulta indispensable para poder realizar ciertos tipos de trabajos, especialmente aquellos que se realizan en azoteas o en los últimos pisos de edificios altos.
El montaje de los andamios suspendidos comienza desde el tejado, y son especialmente útiles para trabajos como la limpieza de ventanas o la restauración de tejados y partes altas de fachadas. Debido a su naturaleza y el hecho de que se cuelgan en el aire, son muy visibles para los viandantes, lo que hace que estos trabajos sean también muy llamativos.
Andamios con ruedas
Los andamios con ruedas son similares a los andamios soportados, pero con una ventaja significativa: son móviles. Estos andamios móviles ofrecen una estructura sencilla, pero en su base cuentan con ruedas que permiten moverlos de una zona a otra de forma rápida y segura.
Este tipo de andamio es ideal para trabajos en los que se necesita acceso a varias zonas de una estructura con distancias largas entre ellas. Las ruedas permiten a los trabajadores ahorrar tiempo y esfuerzo al mover el andamio sin necesidad de desmontarlo y volver a montarlo en una nueva ubicación. Es una opción excelente para proyectos de gran escala donde la movilidad es necesaria para poder avanzar en los objetivos planteados.
Andamios voladizos
Los andamios voladizos son similares a los andamios suspendidos, pero con una diferencia clave: una parte del andamio está sobre el suelo, mientras que otra se encuentra suspendida sobre el vacío. Este tipo de andamio se utiliza principalmente en trabajos en edificios con diferentes secciones o niveles, donde es necesario un acceso puntual a una zona específica que no puede alcanzarse con un andamio tradicional.
En algunos casos, los andamios con salvavoladizos se utilizan como ampliaciones de andamios soportados cuando se necesita llegar a áreas que están más allá del alcance del andamio principal. Esto los convierte en una solución flexible y adaptable para situaciones complejas en el sitio de trabajo.
Andamios Aéreos
Los andamios aéreos son una opción avanzada y especializada, similar a los ascensores. Son utilizados por trabajadores que necesitan acceder a diferentes niveles de un edificio o estructura durante su trabajo. Este tipo de andamio es especialmente útil en trabajos de mantenimiento o construcción donde el acceso a múltiples alturas es una necesidad constante.
Los andamios aéreos permiten a los trabajadores desplazarse verticalmente con facilidad, lo que puede mejorar significativamente la eficiencia del trabajo. Son ideales para proyectos como la instalación de sistemas eléctricos, pintura, o reparaciones en fachadas altas, donde la movilidad vertical es esencial.
Elegir el andamio adecuado para una obra o reforma depende en gran medida de la naturaleza del proyecto y las necesidades específicas del trabajo.
Si aún tienes dudas sobre cuál es el tipo de andamio que mejor se adapta a tus necesidades, no dudes en contactar con nosotros. En PERSUM estaremos encantados de asesorarte y proporcionarte las soluciones más seguras y eficientes para tu proyecto.